Nació en Quinto al Mare, Génova, el 15 de febrero de 1844. Llegó al Callao en abril de 1862, estando presente en el Combate del Dos de Mayo de 1866, por el cual el gobierno peruano le otorgó una medalla como vencedor. Posteriormente, prestó útiles servicios con motivo de la epidemia de fiebre amarilla que surgió en 1868, exponiendo su vida.
Durante la guerra con Chile, apoyó decididamente la causa peruana, defendiendo las vidas e intereses de los pobladores chalacos, motivo por el cual las autoridades de ocupación chilena, lo conminaron por 8 días a prisión, siendo liberado gracias a gestiones del cuerpo diplomático residente en Lima.
Luego de la contienda, contribuyó a la reconstrucción nacional, fundando una industria petrolera en Zorritos; trasladado al primer puerto, fue uno de los fundadores del Banco del Callao, estando entre quienes tuvieron la iniciática de erigir un monumento a Miguel Grau. Durante la guerra civil de 1895, organizó la Guardia Urbana; dos años después, ocupó la alcaldía chalaca, llegando a cabo una campaña de higienización encarando el problema de desagüe. En 1902, gracias a su gestión, el Callao tuvo alumbrado eléctrico.
Este gran benefactor del primer puerto, falleció el 9 de febrero de 1924, reposando sus restos en un hermoso mausoleo familiar del camposanto Baquíjano del Callao.